Si algo ha cacterizado siempre tanto a los equipos, como a la afición y la selección nacional turca es su coraje y entrega. Sin duda, fue estargarra las que les llevó en 2002, en el mundial de Corea y Japón, a ser la tercera mejor selección del mundo con un fútbol de lo más normal pero con una potencia física que ahogaba a los rivales, que no veían la forma de hacer daño a aquella aparente débil selección. No obstante, también han sido habituales los altibajos, como por ejemplo tras el citado tercer puesto en 2002 no clasificarse para la Eurocopa de 2004 (en la que resulta curioso que participara Letonia) y tampoco para el Mundial de Alemania, en el 2006. Pero sí lo hizo para la Eurocopa de 2008, en Suiza y Austria y que tan buenos recuerdos trae a los españoles. Es aquí cuando Turquía se reencontró con la que fue años atrás, ganándose sin duda el aprecio de todos los aficionados al fútbol, que cogieron cariño a aquella selección cuyo único argumento para ganar era el amor a un deporte, las ganas de obtener éxito. Un equipo que cada partido encontraba inconvenientes de todo tipo, a modo de lesiones, de mal clima o de errores arbitrales perjudiciales para ellos, pero que siempre se reponía. Esta es una historia de valientes, una historia turca.
Convocatoria:
La convocatoria de la selección turca para la Eurocopa de 2008 reunía una plantilla que mezclaba la experiencia, sobre todo en las posiciones más cruciales del equipo como la defensa y el mediocentro, con la juventud y la calidad que atesoraba en ambas bandas y las posiciones de desborde. Así, compusieron el equipo Volkan Demirel, Rüstu y Zengin en portería; Hakan Balta, Servet Çetin, Zan, Asik, Sarioglu, Gungor y Boral en defensa; Mehmet Topal, Emre belozoglu, Altintop, Arda Turan, Mehmet Aurelio, Kazim Kazim, Akman, Karadeniz y Metin en el centro del campo y Semih Senturk, Nihat, Tuncay Sanli y Erding en la delantera. El entrenador era el conocido Fatih Terim.
Fase de grupos:
Turquía jugó la fase de grupos junto a Suiza, Portugal y República Checa. Todo hacía presagiar lo que finalmente pasó y no es más que la convicción de que iba a ser un grupo muy emocionante. Suiza era anfitriona y llegaba con una selección consolidada mientras que Portugal y República checa eran dos de las favoritas para ganar el certamen.
El début de Turquía se produjo el 7 de Junio de 2008 a las 20:45 horas contra Portugal, en la ciudad de Ginebra. El resultado fue de 2 – 0 para los portugueses, con goles de Pepe y Raul Meireles. Fue un partido brillante de ambos equipos. Portugal dominó el esférico pero los turcos plantearon un partido muy táctico y físico y no dejaron apenas espacios a los portugueses, que encontraron los goles gracias a su indudable calidad. Así, ambas selecciones dejaban buenas sensaciones.
Pero lo que hace de Turquía una selección que dejó una huella en esta Eurocopa además que por llegar a semifinales comienza en el segundo partido, contra la anfitriona suiza. De nuevo volvió a ofrecer un espectáculo futbolístico sublime (deberían aprender las selecciones que llegan al mundial a tan solo no encajar goles) en un estadio empapado. El resultado fue de 1 – 2 para los turcos, unos tres goles que pudieron ser muchísimos más amén de las ocasiones que tuvo el encuentro. La tensión se palpaba en el ambiete, pues quien perdiera estaba eliminada y, en caso de empate, era demasiado probable que ambas se despidiesen de la competición.
En el partido fue un turco (nacionalizado suizo), Hakan Yakin, en el que adelantó a Suiza en el marcador. Comienza aquí lo épico. Turquía se lanza al ataque y desde ese momento hasta el final del partido no paran de sucederse las ocasiones en un terreno de juego que parecía más bien una piscina. Turquía empata gracias a un cabezazo de Semih Senturk y cuando todo parecía acabado, en el minuto 93 de partido y tras una clara ocasión de Suiza que no acaba en gol por frenar el balón el agua de un charco, una contra turca acaba en gol de Arda Turan, gol que le da la victoria a Turquía.
Condiciones del terreno de juego durante el encuentro |
Después de este partido ya no había nadie que no admirara a Turquía por su forma de jugar y por su inquebrantable fe. Pero quedaba el partido definitivo contra la República checa (15/06/2008). Llegaban empatados a todo (puntos, goles a favor y en contra...) por lo que quien ganase se clasificaba y en caso de empate irían a la prórroga. Los chechos se adelantaron en el minuto 34 gracias a un cabezazo del, en todos los sentidos grande, Jan Koller. Los turcos lo intentaban sin recompensa mientras que los chechos, en el 61', repetían gol por mediación de Plasil. A falta de 17 minutos para el final Turquía perdía 2 – 0 contra una de las favoritas pero Turquía es Turquía, ya lo sabemos.
En el minuto 74 conseguía rebajar distancias por medio de Arda Turan. A partir de ahí comenzaba un acoso que hizo esforzarse a la gran defensa checa al máximo. Turquía se hizo la dominadora del juego ante unos checos que trataban de perder tiempo mandando pelotazos al pobre Koller, sólo ante los defensores turcos. No obstante, cuando nadie lo esperaba un centro de Hamilt Altintop provoca el empate turco. Peter Cech, que por entonces se jugaba ser el mejor portero del mundo, atrapa el centro sin oposición alguna pero el balón se le resbala y le cae a Nihat que sólo tiene que empujarlo. A los checos se les escapaba un partido que tenían ganado y lo hacía de la forma más dolorosa. ¿Prórroga? ¡No! Minuto 88. Demirel saca de puerta, Tuncay prolonga y el rechace le cae a él de nuevo, que mete un pase maravilloso a Nihat (Ujfalusi no tira el fuera de juego) y éste bate en un uno contra uno a Cech. De nuevo Turquía volvía a hacer de las suyas. El partido duró tan solo tres minutos más, que dieron para la expulsión de Volkan Demirel por una agresión a Jan Koller (Tuncay tuvo que ponerse a portero) y a una doble ocasión checa que salió desviada por poco. Turquía pasaba como segunda de grupo con los mismos puntos que el primero, 6.
Cuartos de final:
En cuartos les esperaba una sensación (no tanto como Rusia, claro), Croacia el 20 de Junio de 2008. A la portería turca y capitaneando la selección volvía Rustu (para suplir la expulsión de Demirel). No es de extrañar que este, como los anteriores, no fuese un partido más. No obstante, ambas selecciones no desplegaron un fútbol muy vistoso. De hecho, el partido acabó empate a cero. Fue en la prórroga cuando se animó, aunque los goles no llegaban. Rustu que había hecho un excelente partido desbaratando grandes ocasiones croatas salió inesperadamente hacia un balón al lateral del área, no llegando a tiempo y provocando un centro de Modric que Klasnic remató con la portería vacía. Corría el minuto 119 cuando esto se produjo y la gente pensaba que, por un lado, Rustu no merecía despedirse así de la selección (y más tras el partido que había hecho antes del error) y que, esta vez sí, Turquía sería eliminada.
Pero Rustu se resalció del gol encajado tan sólo un minuto después, sacando rápidamente de puerta y enviando un pase milimétrico a Semih Senturk que marcaba "in extremis" y forzaba (aunque con Turquía nunca se sabía) los penalties. El mundo se paralizaba.... ¿era posible lo que estaba haciendo Turquía?
En la tanda de penalties de nuevo Rustu salvó a Turquía, que venció por 2 – 4 (añadiendo el 1 – 1 de la prórroga).
Semifinal
El meta Rustu en la semifinal contra Alemania |
Lo malo de las buenas historias es que acaban y la de Turquía lo hizo en semifinales (22 de Junio de 2008) frente a Alemania. Sin duda el mundo iba con Turquía en ese partido; una Turquía que llegaba sin apenas jugadores (10 bajas, entre ellas las jugadores tan importantes como Demirel, Servet, Turan, Emre, Nihat y Sanli), planteándose el seleccionador el hecho de poner a jugador de campo al tercer portero. A pesar del cansancio turco por la prórroga contra Croacia y los esfuerzos para remontar, y tantas bajas, Turquía dominó el encuentro de principio a fin, pero la suerte estaba de parte de una Alemania que aprovechó los pocos errores que tuvieron los otomanos. Turquía se adelantó en el minuto 21 pero Alemania remontaba por medio de Schweinsteiger (25') y Klose ( 78'). Cuando, esta vez sí, parecía todo perdio llegó el empate, ni más menos que en el minuto 85 y de nuevo obra de Senturk. Pero, al igual que hizo Turquía en fases anteriores, era Alemania, concretamente Lahm, la que asestaba el golpe definitivo del partido, tal y como solía hacer Turquía con sus rivales.
Los turcos habían demostrado como las ganas y el amor propio también son armas futbolísticas capaces de llevar a un equipo a lo más alto. Porque aunque Turquía no llegase a la final, no hay duda de que se ganó el respeto y aprecio de todos y de que fue la campeona moral de la Eurocopa 2008.
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