Como ayer comentábamos, dos ciudades alemanas se paralizaron
anoche a eso de las 20: 30 horas. Los equipos principales de las ciudades de Duseldorf
y Berlín se jugaban la última de las plazas para la Bundesliga del año que
viene. Como pronosticábamos en este blog, finalmente fue el equipo de segunda
división quien se quedó con la plaza, no sin sufrimiento. No obstante, además
del 1 – 2 de la ida, el ascenso se ponía muy de cara para el Fortuna cuando al
minuto 2 de partido ya se adelantaba en el marcador por medio de su delantero
Beister. En el 22’ Ben-hattira empataba
para el Hertha, por lo que los nervios se apoderaban del Fortuna mientras el
Hertha iba a por el partido, teniendo las ocasiones más claras y desplegando un
fútbol vistoso y alegre. Si embargo, en el 59’ adelantaría al Fortuna
Dusseldorf Jovanovic, sin duda un duro palo para el Hertha que, entonces,
necesitaba dos goles para permanecer en la Bundesliga. Tan sólo llegó uno, en
el minuto 85 gracias a un gol de Raffael. Así acabaría el partido, aunque no
fue todo tan simple ya que el árbitro añadió 7 minutos de descuento y, a falta de un minuto para el final, hubo una
avalancha de espectadores del Fortuna Dusseldorf que saltaron al campo creyendo
terminado el partido para celebrar el ascenso. El árbitro decidió suspender el
partido pues, además, estaban cayendo bengalas al campo y los jugadores temían
por su integridad. Mientras tanto, los propios jugadores del Fortuna decían a
sus aficionados que se fuesen del campo, que el partido no había terminado.
El resultado no se movió tars la renudación, si bien en ésta el árbitro pitó, quizás atemorizado ante lo que podía venir si el Hertha marcaba, un minuto antes el final definitivo y válido del partido. El Hertha, por su parte, recurrirá los acontecimientos vividos ayer, así como la actuación del árbitro y los enfrentamiento entre ambas aficiones durante el encuentro.
Sin duda es ésta una gran anécdota para los seguidores del
Fortuna. Podrán decir sin temor alguno que el ascenso a la Bundesliga le costó
horrores y se hizo eterno, pues el partido se retrasó una media hora más de lo
previsto.
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